Estos días he seguido por los medios de comunicación la situación que ha generado el hecho de que algunos hijos de ministros se hayan educado en el extranjero con el beneficio de la beca presidencial.
Esto me produce el mismo sentimiento de indignación que le escucho a jóvenes y padres, que se esfuerzan para salir adelante con la educación de sus hijos. Estos privilegios que hoy se ventilan, huelen a más actos de corrupción y la repuesta pública agrava la imagen pública de ministros, jefes de servicios, senadores, diputados, y nos hacen sentir que son definitivamente de otra casta social.
A esto hay que sumarle la enorme cantidad de beneficios en la forma de becas, sobre sueldos, chóferes, autos modernos, celulares, viajes al extranjero y cuantos otros, y al ser sorprendidos en verdaderos actos de abuso, no hacen sino deteriorar mas y mas al sector político del país.
Pienso que la beca presidente de la república debiera ser de postulación pública y los favorecidos producto de puntajes de sus resultados académicos y no al criterio exclusivo del presidente o de la presidenta. No olvidemos que se entregan muchos millones para una beca en el extranjero y el dinero es de todos los chilenos. Me cuesta no creer que el Sr. Ricardo Lagos no le haya dado una manito a su hijo cuando el era ministro de educación.
Lesos no somos, ¿no te parece?
viernes, marzo 23, 2007
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